Ciertas monedas provinciales romanas,
especialmente en la zona de los Balcanes y Asia Menor, lucen un pequeño “hoyuelo”
cerca del centro. Esta marca, muy pero muy frecuente de hallar en estas piezas,
ha sido objeto de debates y diversas interpretaciones.
Se ha sugerido que el pequeño hoyuelo
se debe al accionar de un torno compás que se utilizaba para preparar los
cospeles que se acuñaría, pero el hecho de que no la distancia del centro del
eje suele variar, que en ocasiones las marcas de anverso y de reverso no
coinciden, y que dentro de una misma serie se pueden encontrar monedas con la
marca y otras que carecen de ella, actualmente dicha teoría no cuenta con
muchos adeptos.
En la entrada del día de hoy
expondremos la explicación de Wayne G. Sayles, que a su vez, sigue a Marvin
Tameanko:
Motivo de las marcas:
Si bien el fenómeno es mucho más
usual en cecas balcánicas, como ya hemos mencionado, también se puede detectar
en Asia Menor: de hecho, son más tempranas las marcas que se ven en lo bronces
egipcios de época de la Dinastía Ptolemaica. Si bien no se conoce bien cuál es
la relación entre unas y otras, probablemente las piezas orientales hayan
influenciado a las balcánicas.
Las marcas serían consecuencia de la
utilización de un par de tenazas tipo “pinzas” cuyas puntas estarían afiladas.
A veces, el operario que manejaba las tenazas no tomaba el cospel exactamente
por el centro, lo que originaba una marca “casi central”. Por otro lado, el hecho
de que en ocasiones los hoyuelos de anverso y reverso no coincidan se podría
deber al empleo de tenazas cuyas mandíbulas, por acción del desgaste tal vez,
se encontraban desalineadas.
Ilustración tomada de
Ancient
Coin Collecting IV: Roman Provincial Coins (v. 4)
Las tenazas se utilizaban en las
cecas ya que el bronce era acuñado en caliente (o al menos los cospeles eran recalentados),
y para Sayles, se medía el calor de ese modo: las marcas indicaban que el metal
estaba lo suficientemente caliente para ser acuñado. En ocasiones, el operario
(ya sea por descuido, cansancio, omisión o por ligereza), no comprobaba que el
metal esté lo suficientemente caliente, y es por ese motivo que algunas piezas
no lucen marca. De hecho, muchas de las piezas sin hoyuelos muestran las marcas
típicas de tensión en el metal, lo que demostraría que a esos cospeles
les faltó calor para ser acuñados.
Hasta la próxima entrada!!
SANTIAGO.
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